Eurovisión

Querido diario,

estamos a la espera de nuestros nuevos libros. “Nuestros”, así los sentimos, como parte de nosotros.

Hemos preparado las notas de prensa para Libre, de David Bowman. Siempre que nos toca afrontar algún tipo de discurso para con este libro, nos acabamos encaramando al halago, pero es que no conocemos otro modo. Quizá es que no haya otro cuando la obra es buena. Cuando existe talento.

Me encuentro ahora mismo, mientras escribo esto, a la mitad de un manuscrito. Aún no he decidido si lo publicaremos o, por otro lado, será rechazado. Llega a un punto que casi no lo siento como una decisión mía, es un juego de intuición, que me adviene, como una sensación. Tras ella, claro está, la racionalizo hasta la extenuación.

Debo sentirme seguro de poder afrontar una edición. Una corrección. Una discusión con la autora. Una charla acalorada sobre el principio del universo. Lo que sea: debo sentirme con fuerzas. Y, hay manuscritos, que no lo merecen.

¿Suena esto egoísta? Puede que lo sea, no estoy seguro, pero hay alternativas al respecto, soluciones, conversaciones incluso. Todo es relativo, menos lo de la canción de España en Eurovisión, ahí sí que no hay nada que discutir: mal, muy mal.