Entrevista a Guillem González

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Entrevista a Guillem González, autor de Mateorías.


E16: ¿Dónde naciste?

GG: En Barcelona, pero vivíamos en Cornellà de Llobregat.

 

E16: ¿Creciste en el mismo sitio donde naciste?

GG: No, desde los seis años viví en Girona. Además, muchos fines de semana mis padres, mi hermana y yo visitábamos Anglès, un pueblo cercano a Girona, donde vivía mi abuela materna; cuando teníamos más tiempo íbamos a Palencia, donde estaban mis abuelos paternos.

 

E16: ¿Cómo fue tu infancia?

GG: Muy tranquila y agradable; hubo poco reseñable, por suerte.

 

E16: ¿Con qué libro, cuento o historia tuviste tu primer acercamiento a la literatura?

GG: Era un niño un poco retraído, quizás por eso era un lector voraz de cómics: desde los superhéroes de Marvel y DC hasta el manga de Bola de Drac, pasando por Mafalda, Tintín y Astérix y Obélix, pero también Rompetechos y demás tebeos de Ibáñez, así como Massagran y otros personajes de la revista Cavall Fort.

 

E16: ¿Letras o ciencias?

GG: Definitivamente letras, pero he llegado a ellas pasando por las ciencias.

 

E16: ¿Dónde estudiaste?

GG: La primaria y la secundaria, las estudié en Girona. Allí también hice la carrera de Ingeniería técnica en informática de gestión, en la Universitat de Girona. Luego, Humanidades en Barcelona, en la Universitat Pompeu Fabra. Y viviendo ya en Cracovia, un máster en Formación e investigación literaria y teatral en la UNED.

 

E16: ¿Hay alguna experiencia de la adolescencia que te marcara, y te convirtiese en la persona que eres hoy?

GG: Creo que ningún evento en particular me marcó mucho, aunque recuerdo bien algún acontecimiento colectivo, como el 11-S o ciertos atentados de ETA, pero eso nos marcó a todos. Además, me ha influenciado vivir en un ambiente de tolerancia, igualdad y bilingüismo.

 

E16: ¿Algún amigo, profesor o pariente que significase un apoyo incondicional?

GG: Mis padres, que me apoyan y me han apoyado siempre en todo. Además, recuerdo una profesora de Historia que me dijo que no escribía mal. Y el profesor de Lengua que me ayudó a entender el Lazarillo de Tormes, enamorándome por el camino del libro. Y uno de mis profesores de la UPF, Carles Besa, entre otras cosas porque me convenció de que irme de Erasmus a Cracovia era buena idea aunque yo fuera algo mayor que los demás estudiantes. Ahora me parece una decisión lógica, pero entonces tenía miedo de estar marginado o fuera de lugar, de convertirme en “el alumno veterano”.

 

E16: ¿Por qué elegiste enfocar tus estudios hacia la Ingeniería? ¿Y Humanidades? ¿Por qué ese cambio?

GG: Cuando tuve que elegir qué bachillerato y más tarde qué carrera estudiar, estaba completamente perdido, como tantos estudiantes. Admiro a esas personas que con 16 o 18 años ya saben lo que quieren, porque a mí me ha costado mucho descubrirlo. Al final me incliné por lo que entonces decían que “tenía salida”: el bachillerato tecnológico y después la informática, porque yo era un chaval muy friki de los ordenadores, videojuegos e internet, y además la física y las matemáticas se me daban bien. La carrera me gustó y me encantó aprender a programar, pero cuando empecé a trabajar, primero en un banco y luego en una start-up, me di cuenta de que aquello no era para mí: me agobiaba estar encerrado en una oficina con un horario más o menos fijo y me aburría pasar un montón de horas delante del ordenador resolviendo problemas ajenos que apenas me importaban. Entre una cosa y otra, supongo que tuve una crisis existencial. Entonces decidí estudiar Psicología, como todos los deprimidos. Recapacité y al final no lo hice, pero acabé optando por Humanidades, una carrera con contenidos tan variados que abarcaban todas mis inquietudes. Y acerté: no aprendí mucho sobre muchísimos temas.

 

E16: ¿Dónde viviste tus años de universidad?

GG: Primero en Girona, en casa de mis padres hasta que decidí independizarme (y pude permitírmelo, claro, gracias a que universidad me dio la oportunidad de trabajar como becario sin cotizar). Luego estuve en Barcelona y en septiembre de 2012 me fui a Cracovia de Erasmus, donde terminé la carrera de Humanidades e hice el máster de la UNED a distancia. Y aquí sigo viviendo.

 

E16: ¿Cómo fueron?

GG: Me cuesta mucho describirlos en conjunto, porque he estudiado bastantes años y en situaciones muy diferentes, pero puedo resumirlos diciendo que he aprendido mucho. Cuando estudiaba informática, en el fondo aún era un adolescente, no me enteraba de nada. Un mes quería ser músico, otro gamer profesional, otro tenista… Estando ya en Barcelona seguía muy desorientado, pero tenía algunas cosas más claras. Recuerdo recorrerme la ciudad en bicicleta de biblioteca en biblioteca, buscando el libro que me había propuesto leer y a la vez descubriendo sus barrios. Recuerdo charlas demasiado largas y filosóficas con mi compañero de piso y con los compañeros de la universidad. Recuerdo las huelgas estudiantiles, el 15-M y la concentración para parar los recortes del Parlament de Catalunya, que está justo al lado de donde yo tenía clases; estos y otros acontecimientos me fueron despertando un poco la conciencia política, hasta entonces bastante dormida. Al irme de Erasmus a Cracovia me alejé físicamente del Procés independentista, pero lo político me ha seguido todo el tiempo. Aquí también comencé a trabajar como profesor de español y conocí a mi pareja, dos hechos muy importantes en mi vida.

 

E16: ¿Escribías desde antes, fue ahí o comenzó más tarde?

GG: Desde antes, he ido escribiendo de forma intermitente desde la adolescencia. Cuando tenía necesidad, escribía. Sobre todo diarios o textos íntimos, autobiográficos, que no le dejaba leer a nadie y por suerte se habrán perdido todos. A veces intentaba escribir poemas, cuentos e incluso textos más largos, que solían acabar inacabados o en fracaso total. Aunque pueda parecer raro, aprender lenguajes de programación como Java, C++ o COBOL me ayudó mucho a afrontar la escritura. Pero fue en Barcelona cuando me la tomé más en serio. En Humanidades conocí más gente que escribía, creo que todos lo hacíamos más o menos en secreto, y eso me hizo coger confianza, leer lo que otros escribían en internet o en papel, intercambiar textos y lecturas, incluso abrir mi propio blog. Y las clases de lengua, literatura, historia, arte o filosofía también me enseñaron mucho.

 

E16: ¿Hay algún libro que por esa época fuese importante para ti?

GG: En aquella época leía muchísimo y de todo, sin orden ni concierto. Quería recuperar el tiempo perdido, pero también estaba seguro de que leyendo entendería mejor las cosas. Aunque no tuve ninguna gran revelación, ahora me parece que encontré lo que buscaba, al menos en el ámbito de la literatura, en La conjura de los necios de John Kennedy Toole, en El cuarto de atrás de Carmen Martín Gaite y sobre todo en las novelas de Eduardo Mendoza, que fue el primer autor cuya obra leí entera y a conciencia. Pero podría nombrar otros libros que fueron igual de importantes. Todavía hoy me cuesta crearme un canon de “libros que me marcaron”, la lista sigue abierta y creciendo.

 

E16: ¿Algún recuerdo especial, significativo?

GG: Creo que ya he mencionado algunos y hay muchos más, claro. Además, los más especiales y significativos también suelen ser los más íntimos e inconfesables.

 

E16: ¿Aparece el deseo de escribir junto con el de publicar un libro?

GG: En el caso de Mateorías, me propuse escribir una novela antes de cumplir treinta años, cosa que hasta entonces no había logrado. Era una tontería infantil, una superstición estúpida, pero me parecía que necesitaba una imposición externa, una fecha de entrega, como en clase o en el trabajo, así de retorcidos somos. Me impuse ir publicando la novela por capítulos en mi blog, De mí me río, creyendo que así firmaba un contrato con el lector, aunque la verdad es que la versión online de Mateorías nunca tuvo muchos lectores. Al final conseguí terminarla, y la verdad es que aprendí mucho en el proceso. Pero en seguida me di cuenta de que lo verdaderamente difícil empezaba después: revisar y mejorar la novela y, sobre todo, lograr que alguien quisiera publicarla.

 

E16: ¿Cómo te definirías como escritor?

GG: La verdad es que me cuesta mucho llamarme “escritor”. Prefiero decir que escribo. O que soy un escritor en construcción. Supongo que es otra superstición estúpida.

 

E16: ¿Cuáles son los elementos principales que suelen aparecer en tus relatos y novelas?

GG: He llegado a la conclusión de que me interesa la sátira, el humor contra “lo que está mal”. También me interesan el mundo del trabajo, la identidad personal y nacional, la influencia de la política en lo cotidiano, la vida del extranjero, los choques y malentendidos culturales, la masculinidad, la metaficción, lo carnavalesco… Me gustan mucho los juegos de palabras, desde los meramente tontos hasta los más o menos barrocos; de hecho, reconozco que a veces me pierden y caigo en la pura mamarrachada, suerte que existen los editores y los lectores sinceros.

 

E16: ¿Qué cosas te inspiran a la hora de ponerte a escribir?

GG: Cualquier acontecimiento más o menos relacionado con los temas que acabo de mencionar. Sobre todo, aquellos que me pasan a mí o a mi entorno, he olvidado decir que también me interesa mucho la escritura autobiográfica. Empecé a escribir escribiendo diarios y aún me cuesta salir de este ámbito. Y, por supuesto, me inspiran mucho los libros que leo. Cuando leo algo que me gusta, pienso cómo podría escribir algo similar o cómo podría ayudarme a mejorar mi forma de escribir.

 

E16: ¿Por qué confiaste en nosotros como editorial?

GG: Siendo sincero Editorial 16 es la única editorial que ha confiado en mí, y eso que había probado antes con varias. Pero en cuanto hablé con Alejandro Marín me convencí de que estaba de suerte, porque habló de involucrarse en el proceso de edición y de cuidar el libro al máximo. Bueno, miento: la verdad es que al principio todo me pareció demasiado bueno para creérmelo, viendo la mala pata que hasta entonces había tenido, pero he ido comprobando con sorpresa que era cierto.

 

E16: ¿Qué deseos, anhelos o pretensiones tienes acerca de este libro?

GG: Quiero que este libro me haga rico, famoso y poderoso. En segundo lugar espero que erradique la desigualdad, la injusticia, el hambre, la estupidez y la enfermedad del mundo. Pero si hace reír a algún lector, pues, bueno, me conformo.

 

E16: ¿Qué le dirías a un lector antes de la lectura de tu obra?

GG: Que si encuentra algo que está mal o no le gusta, que lo subraye.

 

E16: ¿Y después?

GG: Que me lo mande todo por email, por favor.

 

E16: ¿Cuáles son tus aspiraciones? ¿Cómo te imaginas tu futuro?

GG: Aspiro a no trabajar para poder dedicarme plenamente a vivir: leer, escribir, estudiar, pasear, cocinar, comer, charlar, montar en bici, etc. No me imagino mi futuro así, por desgracia.

 

E16: ¿Admiras, en este momento, a algún escritor o escritora en especial? ¿Qué le dirías?

GG: Ahora mismo admiro a muchos, pero como tengo que transmitirles un mensaje, menciono solo a los que están vivos: Antonio Orejudo, Marta Sanz, Dubravka Ugrešić, Juan Pablo Villalobos, Mariana Enríquez, Francesc Serés, Gonzalo Torné, Cristina Morales, Alba Carballal, Olga Tokarczuk, Aleksandar Hemon, Laura Fernández, David Lodge y otros tantos: “Seguid vivos, escribiendo bien y bajando la tapa del váter”.

 

E16: ¿Qué libro estás leyendo ahora mismo?

GG: Estoy leyendo Yo, charnego de Javier López Menacho, un ensayo personal y cultural sobre los charnegos, etiqueta con la que me identifico un poco. Es un estado de la cuestión fantástico y además lo relaciona muy bien con la situación política actual.

 

E16: ¿Cuál es el mejor que has leído en lo que llevamos de año?

GG: Creo que El enemigo conoce el sistema de Marta Peirano. Un ensayo imprescindible si tienes internet o teléfono móvil o vives rodeado de gente que sí tiene. Nos muestra cuantísimo nos vigilan las aplicaciones, los smartphones, las empresas de telecomunicaciones y, en consecuencia, los Estados.

 

E16: ¿Con qué te quedas de esta experiencia durante el proceso de publicación de este libro?

GG: Ha sido fantástico tener un lector tan atento y con tantas buenas ideas para mejorar el libro. También me ha gustado aprender a defender lo que yo creía importante y a ceder cuando el otro tenía razón. No soy padre, pero criar a un hijo debe de parecerse a editar un libro.

 

E16: ¿La tortilla con cebolla o sin cebolla?

GG: No soy un carca gastronómico de los que te dicen qué puedes ponerle a la paella, pero el grado cero de la tortilla de patatas es con cebolla.

 

Categorías: DiarioEntrevistas

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